No dejamos de dar gracias a Dios por el Santo Padre Benedicto XVI

11 de Febrero de 2013

Las hermanas de Iesu Communio, profundamente conmovidas por el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, no dejamos de dar gracias al Señor por haber regalado a su Esposa, la Iglesia, el fecundo ministerio de un pastor profundo, bueno y sencillo, pastor según el corazón de Cristo.

En su gesto y en las palabras con que lo ha explicado, hemos visto la misma lucidez, valentía, generosidad y humildad que ha venido derrochando como Sucesor de Pedro. Su gesto se alza ante nosotras como un testimonio evangélico mediante el que nos ha grabado a fuego que el bien de la Iglesia está por encima de todo: no nos sentimos abandonadas sino profundamente cuidadas y amadas, y lo seguiremos experimentando así desde la cercanía de su escondida oración gracias al misterio eficacísimo de la comunión de los santos, misterio que configura el corazón de la vida eclesial. Su magisterio y su vivo testimonio personal no dejarán de acompañarnos y de brillar como las estrellas en la noche.

En estos momentos, las hermanas de Iesu Communio reavivamos nuestra oración más que nunca para que todos los miembros de la Iglesia ardamos en deseos de vivir en fidelidad al Señor Jesús y seamos dóciles a la acción de su Espíritu.