Recibimos a quienes, sedientos, llaman a nuestra puerta, sobre todo jóvenes en búsqueda, que desean orar, crecer en la fe, en el amor a Cristo, y compartir su experiencia de vida.
En estos encuentros deseamos ofrecer y compartir con vosotros el testimonio inestimable del Don recibido, el gozo de ser de Cristo y de vivir en la Iglesia.